Palma, 12 de marzo de 2020.
Societat Civil Balear quiere manifestar su pleno respaldo al sector de la hostelería y de la restauración de Palma, que está sufriendo, desde hace ya demasiado tiempo, una ofensiva en casi todas direcciones, y completamente irracional, por parte de los responsables de Cort. Por puros motivos ideológicos y con decisiones improvisadas, al margen de cualquier planificación previa.
Por citar sólo los ejemplos más destacados que han causado un gran estupor entre la ciudadanía:
- El 18 de diciembre de 2019 Cort puso en marcha la remodelación de las líneas de autobús de la EMT, ocasionando múltiples quejas entre los ciudadanos, sobre todo de los barrios periféricos, que se vieron gravemente afectados por la supresión y remodelación de numerosas líneas que les dificultan el acceso al centro de la ciudad.
- El día 20 de febrero el ayuntamiento de Palma anunció que la calle Nuredduna de Palma se convertirá en peatonal al 100% a partir de finales de 2021. Los vecinos de Pere Garau recogieron firmas criticando la supresión de numerosas plazas de aparcamiento sin ofrecer una alternativa.
- El pasado miércoles 26 de febrero la patronal CAEB y los sindicatos CCOO y UGT solicitaron de común acuerdo a Cort que ampliase la moratoria de la normativa que afecta a las terrazas, hasta que no se resolvieran cuestiones de seguridad, salud, bienestar de los vecinos, empleo y actividad económica. Advirtieron en dicho comunicado conjunto que dicha medida afectaba “negativamente y de forma directa a la seguridad y la salud de los trabajadores, a la seguridad ciudadana y al bienestar de los vecinos de Palma, así como al empleo y a la actividad económica y a un modelo de ciudad dinámica y atractiva tanto para los ciudadanos que la habitan, como para los turistas”. Dio absolutamente igual. Desde el pasado 5 de marzo, el mantenimiento de los toldos tipo carpa en las terrazas de los comercios tiene sanciones que pueden oscilar entre los 750 y 1.500 euros, aunque si esta conducta se reitera en el tiempo pueden llegar hasta los 3.000 euros. Y todo por una medida no aporta ningún beneficio conocido a la ciudadanía y supone un esfuerzo extra para los restauradores y sus empleados, y que además genera ruidos especialmente molestos durante la noche al retirar el mobiliario de las terrazas.
- El 27 de febrero, más de 1.200 comercios cerraron sus negocios durante una hora y se manifestaron al grito de “Volem Palma Viva!” contra las decisiones de Cort que aseguraron que “están matando el comercio de la ciudad”. No tuvo ningún efecto.
- Afedeco, Pimeco y la asociación Palma Viva se reunieron con el alcalde de Palma el pasado lunes 9 de marzo, que desestimó todas sus peticiones sobre la vuelta de la zona ACIRE a la calle Unión y la Plaça des Mercat.
En unos momentos especialmente convulsos para todos los sectores económicos que viven fundamentalmente del turismo en plena crisis del coronavirus, la actitud irracional e inflexible de Cort no está haciendo más que agravar la situación, creando una especie de ‘tormenta perfecta’ que va acabar por asfixiar a estos importantísimos motores económicos de las islas.
El hecho de que los empresarios de la hostelería y la restauración tengan que gastarse grandes sumas de dinero en remodelar sus establecimientos al albur de los caprichos o vaivenes de los políticos de turno, es verdaderamente sorprendente. Y la falta de empatía y de búsqueda de consenso de los líderes de Cort, absolutamente indignante.
Por todo ello conminamos al equipo de gobierno del Ayuntamiento de Palma a que rectifique, e inaugure una nueva política basada en la búsqueda del consenso con los principales sectores productivos de la ciudad.